Los programas más habituales utilizados son los de facturación, contabilidad y gestión de producciones y fabricación.
Estos programas pueden ser realizados a medida, siendo el ordenante del programa el que da las instrucciones al desarrollador para que vaya creando una herramienta adecuada para el buen funcionario desarrollo de la actividad.
También existe la posibilidad de adquirir un SaaS, un Programa (o aplicación) como Servicio. Esto es pagar una suscripción por periodos determinados que nos dan derecho a usar ciertos programas que nos den la solución adecuada.
La parte positiva de SaaS es que pagaremos por el tiempo y por los usuarios que necesitemos en cada momento; la parte que puede parecer menos buena es que lo campos vienen predefinidos de origen lo que puede parecer que no se adaptarán a nuestras necesidades, pero no te preocupes suelen ser altamente personalizables y así adaptarlos a nuestras particularidades.
Los procesos son bastante estándares para todas las empresas ya sean: comerciales, productivos, etc.. Lo que cambiará es la forma de pasar por estas etapas, es decir, el tipo de tareas que hay que realizar para la conclusión del trabajo. La capacidad de configuración de las aplicaciones te ayudarán a adaptarlo a tus procesos, haciendo más fácil el control, mejorando la productividad.
Otra de las ventajas es su escalabilidad, según la evolución y crecimiento de tu negocio, añadiendo usuarios, aumentando de edición en caso de necesitar más funcionalidades, características, etc.
La decisión final es tuya, mi recomendación es que uses SaaS.